Cómo la tecnología de video potencia los sueños futbolísticos de las mujeres afganas
Frederik Hvillum


Ser vista es el primer paso para ser escuchada. En el campamento de verano de Girl Power, las cámaras Veo capturaron a futbolistas afganas mientras entrenaban con clubes profesionales, creando una prueba visual poderosa de que el talento no conoce fronteras y que la representación puede generar revoluciones.
En un campo de entrenamiento bañado por el sol en Zúrich, Suiza, Fati se ajusta las botas y respira profundo. Es su primera vez en el campamento de verano de Girl Power, pero los nervios que sintió al llegar se han transformado en algo completamente diferente: determinación mezclada con pertenencia.
"Es mi primera vez aquí en este campamento, así que estoy muy emocionada. Y realmente significa mucho para mí", explica después del entrenamiento. "Creo que es muy motivacional ver a otras personas y chicas, especialmente a mi alrededor. Tienen el mismo trasfondo que yo. Es una sensación de que yo también puedo hacerlo como las otras chicas."
Para Fati y su compañera de equipo Maryam, esta semana en Suiza representa mucho más que entrenamiento de fútbol. Es una prueba de que el deporte realmente puede cambiar vidas.
Una voz para los sin voz
La presencia de Maryam en el campamento tiene un peso adicional. Habiendo comenzado a jugar fútbol a los 10 años y uniéndose al equipo nacional de Afganistán a solo los 12, ahora juega en Portugal. Pero su viaje a Zúrich es más que un logro personal.
"También es mi primera vez. Tengo que agradecer a Girl Power por crear esta oportunidad para nosotras", reflexiona. "Estar aquí para mí significa ser consciente de las mujeres afganas que siguen en Afganistán, que no pueden hablar en público, que no pueden ir a la escuela, que no pueden jugar fútbol. Las estoy representando."
Estas palabras tienen un significado profundo. Mientras Maryam entrena bajo el sol suizo, las mujeres y niñas en Afganistán enfrentan la exclusión de los deportes, la educación y la vida pública. Cada toque del balón, cada sprint por la banda, se convierte en un acto de resistencia.
El contraste es marcado: Maryam ha estado jugando fútbol por más de una década, representando a su país en el escenario internacional. Mientras tanto, Fati descubrió el deporte hace solo cuatro años después de llegar a Alemania, pero ambas comparten la misma determinación de usar su plataforma para algo más grande que ellas mismas.

Encontrando hogar a través del fútbol
Para Fati, el fútbol se convirtió en más que un deporte. Se convirtió en un camino hacia la integración y la pertenencia. "Comencé a jugar fútbol cuando llegué a Alemania hace cuatro años. Así que es fresco, pero jugué intensamente, y lo amo", explica.
El impacto en su vida se extiende mucho más allá de la cancha. "En Alemania, también comencé a aprender el idioma. Así que me ayudó a conocer a otras personas que hablan alemán y aprender el idioma, primero, y también a tener algunos amigos. Porque era una persona nueva en un país, pero encontré muchos amigos ahí."
El fútbol proporcionó lo que muchos refugiados luchan por encontrar: comunidad. "No estoy sola aquí, no en Alemania, no en otros países. Así que tuvo un impacto muy grande en mí", continúa Fati. "Es un gran desafío llegar a un país nuevo, nueva cultura, y es bueno tener nuevos hobbies."
La sensación de pertenencia se extiende más allá del aprendizaje del idioma y la amistad. "Es una sensación de pertenencia a algo, de encontrar una comunidad, porque creo que es muy importante y a través de la comunidad, te encuentras a ti misma, tu identidad, y sientes que estás en casa."
La ciencia detrás del juego hermoso
Mientras las historias emocionales capturan titulares, la científica deportiva Pelin trae una dimensión diferente al campamento. Con más de quince años de experiencia en ciencias deportivas y siete años trabajando con clubes de fútbol femenino en Dinamarca, incluyendo equipos como HB Køge, FC Nordsjælland y B93, utiliza ciencias deportivas de vanguardia para ayudar a estas jóvenes mujeres a alcanzar su máximo potencial, informada por su experiencia en fisiología femenina.
"Soy científica deportiva y especialista en alto rendimiento. También soy parte de Girl Power para apoyar", explica Pelin. "He estado trabajando con clubes femeninos en Dinamarca como científica deportiva o jefa de rendimiento."
Su enfoque va más allá de los métodos de entrenamiento tradicionales. "Mi parte es un poco diferente, porque puedo apoyar a las jugadoras con observación en poco tiempo. Reviso sus registros médicos para determinar si requieren rehabilitación. Puedo revisarlas manualmente cuando nos encontramos en persona, ya que no es posible hacerlo remotamente. Por supuesto, puedo enviar algunos planes de entrenamiento/rehabilitación, pero nunca sabes si es 100% correcto para esa persona basado en su trasfondo, biomecánica o registros de lesiones antes de verlas en persona."
El ambiente del campamento permite atención personalizada que muchas jugadoras rara vez reciben. "Lo más importante es que se diviertan. Se reúnen porque viven en diferentes países, abrazando la unión y el disfrute, y luego obtienen beneficios de nuestro conocimiento tanto dentro como fuera del campo."
El enfoque de Pelin se extiende a la educación sobre fisiología y optimización del rendimiento. "Las ayudo en el campo pero también fuera del campo, compartiendo información científica con ellas sobre sus cuerpos, su fisiología, y cómo pueden dormir mejor, optimizar su nutrición, recuperarse más efectivamente, y mejorar su rendimiento a través de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento."

Este enfoque holístico aborda las brechas en la educación de ciencias deportivas que muchas atletas femeninas enfrentan. "Cómo duermes, qué bebes, y qué comes afectan tu rendimiento y tu fisiología. Si saben esas cosas, pueden aplicarlas incluso cuando yo no esté ahí."
"El fútbol es un lenguaje universal"
Ayisat Yusuf trae una perspectiva única al campamento como ex jugadora internacional y entrenadora experimentada. Originaria de Nigeria, representó a su país en múltiples Copas Mundiales Femeninas y Campeonatos Africanos, compitió en los Juegos Olímpicos, y ahora trabaja como instructora deportiva y entrenadora de fútbol en Finlandia.
"Solía ser una futbolista profesional, y jugué para el equipo nacional femenino de Nigeria por muchos años, estuve en un par de Copas Mundiales femeninas, tres veces, cuatro veces, campeonato africano. Y también fui olímpica", relata con orgullo y muestra su tatuaje de los anillos olímpicos.
Su conexión con Girl Power va más allá de la obligación profesional. "Para mí, Girl Power es como un equipo familiar, y Khalida Popal es como mi hermana de otra madre. Cuando se trata de Girl Power, siempre estoy muy interesada en apoyar a mi pequeña manera. Como entrenadora de fútbol, siento que estas chicas necesitan modelos jóvenes, y más inclusión, dándoles la oportunidad de jugar fútbol, hacer deportes, y lo más importante, para ellas, divertirse y ser felices en la vida."
A pesar de nunca haber trabajado con estas jugadoras específicas antes, Yusuf demuestra cómo el fútbol trasciende las barreras del idioma. "Para ser honesta contigo, puedo decir que tengo un plan, pero no una estructura. Como entrenadora de fútbol, como jugadora internacional, primero, tienes que encontrar una forma de hacerlas sentir seguras y protegidas, y tienes que hacerles entender la razón del entrenamiento y el propósito de estar aquí."
Su filosofía de entrenamiento enfatiza la conexión sobre la complejidad. "No tengo idea de dónde juegan, incluso en algunos momentos, no podía decir sus nombres porque no las conozco, pero encontramos la conexión. El fútbol es un lenguaje universal. Me aseguro de mostrarles lo que les pido que hagan, y lo hacen."

Tecnología como herramienta de empoderamiento
La integración de la tecnología de cámaras Veo en el campamento sirve múltiples propósitos más allá del simple análisis de partidos. Para Pelin, la tecnología de video ha sido una herramienta esencial a lo largo de su carrera en el fútbol danés.
"Uso video mucho, especialmente cuando trabajo en Dinamarca. Lo uso como rastreador biomecánico. Cuando los entrenadores envían jugadoras a posiciones de ataque, las veo como acción biomecánica, no como acción de fútbol."
Este enfoque científico revela perspectivas que el entrenamiento tradicional podría perder. "A veces el entrenador quiere que la jugadora haga esta acción, pero no pueden, no por su habilidad futbolística sino por la biomecánica. Tal vez no están usando sus flexores de cadera. Así que cuando veo eso, puedo ayudar."
El análisis de video también ayuda en la prevención de lesiones y rehabilitación. "Las veo cuando ocurren lesiones. Veo el video, y es como una historia de cómo pasó, porque ayuda mucho. Necesitamos conocer la historia de la lesión para ayudar a mejorar los músculos correctos."
Para las jugadoras mismas, la tecnología de video ofrece oportunidades que se extienden más allá del campamento. "Pueden verse a sí mismas en video, y pueden promocionarse, usarlo como comercial. Cuando van a otros clubes y dicen 'Soy una jugadora profesional, entreno,' los clubes preguntan '¿Puedes enviarnos tu video?' Así que eso es bueno para ellas, especialmente las jugadoras de Girl Power, porque están en todas partes del mundo."
Sueños y determinación
Cuando se les pregunta sobre sus aspiraciones futbolísticas, tanto Fati como Maryam revelan la naturaleza simple pero profunda de sus ambiciones. Para Fati, el objetivo es hermosamente directo: "Espero nunca dejar de jugar - hasta que realmente no pueda hacerlo más. Tanto como pueda, jugaría."
La perspectiva de Maryam refleja su conexión más profunda con el significado del deporte. "Nací en Kabul, y luché mucho solo para tener fútbol en mi vida. Nunca quise ser la mejor del mundo. Solo quiero tener eso en mi vida. Así que ahora estoy aquí, y estoy contenta. No quiero compararme con otras personas. Siempre soy yo misma. En mi mente, siempre soy la mejor."
El poder de la representación
El impacto de la tecnología de video se extiende más allá del desarrollo individual hacia una representación e inspiración más amplia. Fati reconoce el poder motivacional de la visibilidad: "Es muy bonito tener mis habilidades en video, pero mucho más importante para mí es tener a mi gente viéndolo y mirándolo, para dar inspiración de eso, y ver, oh, aquí hay otra persona haciendo eso. Si ella puede hacerlo, yo también puedo hacerlo."
La tecnología también sirve como herramienta de auto-motivación durante tiempos difíciles. "Cuando estoy cansada del fútbol, y estoy como, 'Oh, realmente no puedo hacerlo más,' entonces vería el video, y diría, 'Oye, hiciste eso, puedes hacerlo de nuevo.'"
Maryam ve su presencia en cámara como parte de una misión más grande para cambiar percepciones. "Estoy orgullosa de mí misma, y quiero ser un modelo a seguir para otras chicas que no pueden jugar fútbol, o que piensan que el fútbol es solo para los chicos. No es así. El fútbol también es para las chicas."
Una semana de primeras veces y amistades
El campamento de verano reúne jugadoras que rara vez tienen la oportunidad de entrenar como equipo. Viviendo en diferentes países de Europa, muchas se conocen por primera vez, pero las conexiones se forman rápidamente.

Emily Bisgaard, COO de Girl Power, enfatiza la importancia de estas reuniones: "La forma en que trabajamos es que operamos en diferentes países; Dinamarca, Alemania, y el Reino Unido principalmente. También hemos estado en Nigeria y México. Usamos alianzas para financiamiento, pero también para continuar haciendo lo que hacemos en otros lugares."
Las alianzas con organizaciones más grandes y clubes locales crean oportunidades que se extienden más allá del entrenamiento. "Reunimos a todas estas jugadoras para entrenar, y Wolfsburg y Grasshoppers también están aquí. Estos son nombres grandes, equipos grandes. Es realmente importante para las jugadoras poder jugar con otras chicas y mujeres profesionales, solo estar en ese ambiente."
La estructura del campamento acomoda diferentes niveles de habilidad y trasfondos a través de enfoques de entrenamiento adaptativos. "Son situaciones y experiencias muy personales. Algunas de las familias de estas chicas no pueden verlas jugar fútbol si siguen en Afganistán, así que con Veo podemos transmitir juegos a sus familias, eso es muy importante para ellas", explica Bisgaard. Además, alimenta su conexión con organizaciones futuras para que jueguen en el futuro.
Construyendo puentes culturales
El ambiente del campamento fomenta conexiones que trascienden barreras culturales y lingüísticas. Jugadoras de diferentes países encuentran terreno común a través de experiencias compartidas y apoyo mutuo.
La filosofía de entrenamiento de Yusuf enfatiza crear espacios seguros para el crecimiento: "Tienes que encontrar una forma de hacerlas sentir seguras y protegidas. Tienes que hacerles entender la razón del entrenamiento y el propósito de estar aquí. Depende de cómo te acerques a ellas, y entonces la conexión vendrá automáticamente."
Su propio trasfondo resuena con muchas de las jugadoras: "Soy de un trasfondo musulmán en África, así que tuve un tipo de crianza diferente, que fue realmente desafiante, porque como niña, no me permitían jugar fútbol en algún momento. Cuando tenía 15 años, de hecho me escapé de casa. El fútbol fue mi único medio de escape."
El efecto dominó
El impacto del campamento se extiende mucho más allá de la semana en Zúrich. Para muchas jugadoras, representa validación de sus decisiones y confirmación de que sus sueños son alcanzables.
Las palabras de Maryam capturan este efecto transformador: "El fútbol salvó mi futuro. Como sabemos sobre la situación en Afganistán, el fútbol salvó mi futuro. El fútbol no es solo sobre deporte, es sobre nacionalidades. Es sobre identidades. Es sobre las chicas. Es sobre los humanos que representamos y respetamos."
La documentación en video asegura que estas historias lleguen a las audiencias que más las necesitan. Ya sea una niña joven en un campo de refugiados viendo a alguien que se parece a ella anotando goles, o una familia reconsiderando su postura sobre las hijas jugando deportes, los efectos dominó continúan mucho después de que las cámaras dejen de grabar.
Competencia contra los profesionales
La semana culminó en competencia significativa contra clubes europeos establecidos incluyendo FC Winterthur, Grasshopper Club Zürich, y VfL Wolfsburg. Estos partidos proporcionaron más que solo experiencia de juego. Ofrecieron validación y exposición a estándares profesionales.

Para jugadoras como Fati y Maryam, competir junto a y contra jugadoras profesionales representó la realización de sueños que una vez parecieron imposibles. Las cámaras Veo capturaron no solo los aspectos técnicos del juego, sino el significado emocional de cada momento.
Mirando hacia adelante
Mientras el campamento concluyó y las jugadoras se prepararon para regresar a sus diversos hogares europeos, la tecnología había documentado algo profundo: evidencia de que el talento trasciende fronteras, que la determinación supera obstáculos, y que a veces las victorias más importantes ocurren lejos de los estadios más grandes del mundo.
Para la científica deportiva Pelin, los datos y grabaciones continuarán proporcionando valor mucho después de que las jugadoras se dispersen: "A largo plazo, es más importante que solo ayuda de una vez. Pueden aplicar lo que aprendieron incluso cuando yo no esté ahí."
La entrenadora Yusuf ve el campamento como parte de un movimiento más grande: "Compartimos la misma visión. Ella usó su voz para apoyar y hacer que el mundo sepa que las personas deberían tener el derecho de hacer deporte. Para mí como jugadora internacional de fútbol y entrenadora, siento que puedo usar mi experiencia para empoderar a estas chicas, para darles inspiración, para hacerlas creer en sí mismas."
La tecnología de video asegura que sus historias lleguen mucho más allá de las fronteras de Suiza, llevando mensajes de esperanza a mujeres jóvenes enfrentando desafíos similares en todo el mundo. Al documentar su viaje, Veo no solo graba un campamento de fútbol - captura prueba de que los sueños persisten, que el talento merece reconocimiento sin importar el trasfondo, y que el deporte realmente puede cambiar el mundo.
El campamento de verano de Girl Power fue apoyado por la Fundación Coubertin meets Dunant y presentó alianzas con FC Winterthur, Grasshopper Club Zürich, y VfL Wolfsburg. El campamento utilizó tecnología de cámaras Veo para documentar sesiones de entrenamiento y partidos, creando contenido para desarrollo de jugadoras y narrativa inspiracional.