Prestigio futbolístico: cómo IMG Academy está formando talento juvenil de élite
Frederik Hvillum

En el panorama en constante evolución del desarrollo del fútbol juvenil, pocos han navegado la intersección entre el entrenamiento tradicional y la tecnología moderna de manera tan efectiva como Simon Collins. Como director de fútbol en IMG Academy, Collins aporta una perspectiva única moldeada por su trayectoria desde jugador profesional hasta su rol actual supervisando uno de los programas de desarrollo futbolístico más prestigiosos de Estados Unidos.
El romanticismo del pasado del fútbol aún le pone la piel de gallina a Simon Collins. Recuerda vívidamente al ojeador que lo descubrió: un hombre que llegaba a los partidos en bicicleta llevando un termo de té, que se hizo amigo de sus padres durante un año antes de finalmente revelarse como cazatalentos del Huddersfield Town.
"Se me pone la piel de gallina al contarlo porque mi mamá y mi papá nunca supieron quién era", comparte Collins, con su voz cargada del peso de la nostalgia. "Hoy en día, los ojeadores tienen credenciales grandes y reparten tarjetas de presentación. Ahora es muy comercial", dice Collins mientras Veo lo visita en la impresionante IMG Academy en Florida, hogar de algunos de los más grandes talentos deportivos de Estados Unidos.
Esta transformación del pasado pintoresco del fútbol a su presente impulsado por datos forma el telón de fondo de la filosofía de Collins en IMG Academy, donde constantemente equilibra el patrimonio del juego con su futuro. Ubicada en Bradenton, Florida, IMG Academy es una de las instalaciones de entrenamiento deportivo más prestigiosas de Estados Unidos, albergando atletas juveniles de élite en múltiples deportes. El extenso campus de 600 acres sirve como centro de desarrollo para algunos de los talentos futbolísticos más prometedores del país, con Collins supervisando su progreso desde prospectos prometedores hasta jugadores profesionales.

Cuando se le pregunta sobre el papel de la tecnología en el desarrollo de jugadores, Collins no duda: "Es una herramienta de apoyo". En una academia con 16 campos y equipos que viajan por todo el país cada fin de semana, la tecnología de video se convierte en una extensión del cuerpo técnico.
"El video se convierte en mis ojos cuando los jugadores están fuera del campus - en Miami, Orlando o Las Vegas", explica. "También se convierte en los ojos de mi director técnico".
Pero los beneficios se extienden mucho más allá de la conveniencia administrativa. Collins ve el video como una herramienta educativa crítica que empodera a los atletas para apropiarse de su desarrollo: "Nuestros chicos están constantemente revisando material para poder verificar su comprensión. Podemos analizar cualquier cosa que no les guste o decisiones que tomen. ¿Cómo haces eso sin una cámara?"
Creando autonomía del jugador a través de la autorreflexión
Lo que realmente distingue el enfoque de Collins es su enfoque en desarrollar jugadores autónomos. Mientras muchas academias usan el análisis de video principalmente para instrucción dirigida por entrenadores, IMG Academy ha cultivado una cultura donde los jugadores se involucran activamente con su propio material.
"Les damos acceso al material del partido, lo revisan ellos mismos", explica Collins. "Plantamos las pequeñas semillas y luego dejamos que los jugadores empiecen a hablar entre ellos: '¿Por qué hiciste eso? ¿Qué tratatabas de lograr? ¿Cómo podrías haber influido de manera diferente?'"
Este enfoque crea momentos poderosos de aprendizaje entre pares que no serían posibles sin el punto de referencia visual compartido. Collins recuerda: "Tenemos situaciones donde un jugador le dice a otro: 'Tuve que jugar ese balón largo, porque cuando levanté la vista, lo único que podía ver era tu espalda. Los dos estaban corriendo en dirección contraria'. ¿Cómo logramos que tengan esa conversación si no la tenemos en la pantalla frente a ellos?"
A pesar de los beneficios, Collins reconoce los desafíos que vienen con el acceso instantáneo a la información. "La sociedad está luchando con la velocidad", observa. "Para los chicos, vamos muy rápido. Necesitamos desacelerarlos un poco. Y en otras áreas, no vamos lo suficientemente rápido".

Esta visión matizada refleja el equilibrio delicado que IMG Academy se esfuerza por mantener: abrazar la inmediatez de la tecnología mientras aún crea espacio para una reflexión más profunda. Es una filosofía que guía todo, desde ajustes en tiempo real desde la banda hasta sesiones de análisis post-partido.
"Para partidos importantes donde necesitamos revisar algo en tiempo real, podemos transmitir en vivo, lo que significa que podemos regresar y revisar las cosas otra vez", explica Collins. "Mientras los entrenadores están en la banda pensando de manera diferente, puedes llegar rápidamente a lo que realmente pasó revisando el video. Entonces puedes hacer un cambio o ajustar algo".
Democratizando oportunidades a través de la tecnología
Quizás lo más importante es que Collins ve la tecnología de video como un poderoso ecualizador en un país tan vasto como Estados Unidos, donde las barreras geográficas y financieras pueden limitar las oportunidades.
"Desde el punto de vista de identificación, hay talento en todas partes si quieres buscarlo", dice. "Este es un problema de Estados Unidos: el país es tan grande con tanto talento, y no todos pueden llegar a un evento".
Collins entiende las limitaciones del scouting tradicional en este contexto. "Les decimos a nuestros chicos y padres, probablemente tengas tres toques para impresionar", explica. "Imagínate si has volado de un lado del país al otro para jugar en este partido. Tu primer pase pega en un bache del campo, el segundo pase es corto, y en el tercero tomas una mala decisión. ¿El ojeador en la banda ahora tacha tu nombre?"
El video proporciona una red de seguridad crucial, permitiendo que los jugadores sean evaluados basándose en una imagen más completa en lugar de una sola actuación. "Necesitamos hacer más de eso para crear más oportunidades para nuestros chicos", insiste Collins.
A pesar de abrazar la tecnología de vanguardia, Collins permanece profundamente comprometido con preservar la alegría fundamental del fútbol. Durante la orientación para padres, levanta un balón de fútbol y hace una pregunta simple: "Cuando compras esto por primera vez para tu hijo o hija, ¿por qué lo compras?"
¿La respuesta que busca? "Es un juguete. Y necesita seguir siendo un juguete para siempre".
Construyendo la cultura del mañana hoy
Mirando hacia el futuro, Collins visualiza un futuro donde la tecnología se vuelve más integrada y accesible. "Lo que vamos a ver muy pronto es una consolidación de tecnología", predice. "Tenemos tecnología de video, wearables, chips en balones, plantillas que rastrean diferentes cosas. Vamos a tener que llegar a un punto donde solo necesitemos una cosa que pueda entregar toda la información".
Pero a pesar de esta evolución tecnológica, Collins entiende que el juicio humano permanece irremplazable. Cuando se le pregunta si la tecnología reemplazará el scouting en persona, es claro: "Si el chico realmente vale la pena, entonces volaré".

La tecnología, en la visión de Collins, simplemente reduce la búsqueda. Ayuda a identificar potencial, pero la evaluación final siempre requerirá conexión humana. "¿Son entrenables? ¿Son buenas personas? ¿Cómo es la personalidad? ¿Cómo es la familia? Un video no puede decirte nada de esas cosas. Ahí es cuando vas cara a cara y tienes una conversación".
Quizás lo más ambicioso es la visión de Collins para el papel de la tecnología en transformar la cultura futbolística de Estados Unidos. Compara el estado actual con naciones futbolísticas más establecidas: "En Inglaterra, cuando el Manchester United juega contra el Liverpool, no es solo el hijo viendo - es el hijo, la hija, la mamá, los abuelos. Ahí es donde necesitamos llegar en Estados Unidos".
El análisis de video juega un papel crucial en esta evolución cultural: "Cuando los jugadores se ven a sí mismos y se autorreflexionan, entienden el juego, la situación, lo que están viendo. No están solo viendo y pensando: 'Oh, eso estuvo muy bueno'. Están viendo el juego en sí, los alrededores, las relaciones con todos los jugadores del equipo".
Es una visión holística que conecta pasado y futuro, tradición e innovación, mientras mantiene el desarrollo y disfrute del jugador en el centro. Como dice Collins, "Estamos tratando de ayudar a los chicos a elevar su juego y ayudarlos a alcanzar su potencial".
En esa misión, la tecnología no es la meta - es simplemente una herramienta poderosa al servicio de los jugadores y el juego que aman.