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Cómo Kings Hammer Soccer Club gestiona 49 cámaras en 4 sedes

Magnus Holt

Jun 12, 2025

Mientras que la mayoría de los clubes de fútbol juvenil comienzan con pocas cámaras para sus equipos principales, Kings Hammer Soccer Club hizo una inversión estratégica de 31 cámaras para crear una tecnología de vídeo integral, sumando un total de 49 Veo Cams distribuidas en cuatro estados. Sus procesos sistemáticos garantizan que cada pieza de equipamiento esté siempre controlada y que cada partido de élite quede grabado.


Octavia Saunders, Directora Nacional de Datos y Análisis del Club, ha creado el marco operativo que permite que esta inversión estratégica funcione a gran escala. Su enfoque ofrece lecciones prácticas para cualquier Club que quiera pasar de implementaciones de vídeo a pequeña escala a programas integrales y con múltiples ubicaciones.

Así es como Kings Hammer transformó su equipamiento disperso en un sistema de desarrollo integrado, y qué pueden aprender otros Clubes de su enfoque sistemático para escalar la tecnología de vídeo.

Empezando desde la base

"Mi primera responsabilidad al incorporarme fue auditar cuántas cámaras teníamos y dónde estaban", comenta Saunders. "¿Cuál era realmente nuestra necesidad de cara al futuro?"

Este enfoque sistemático refleja el principio fundamental para escalar con éxito: entender lo que tienes antes de decidir lo que necesitas. Saunders creó un registro detallado que asigna cada Veo Cam a su ubicación, nivel de programa y estado actual. Cuando una cámara se averió recientemente en Nashville, pudo identificar la unidad concreta, coordinar su devolución y organizar un reemplazo, todo desde su oficina en Cincinnati.

Octavia Saunders, Directora Nacional de Datos y Análisis en Kings Hammer Soccer Club

El proceso de auditoría sirvió para descubrir oportunidades de aprovechar al máximo los recursos existentes mediante una redistribución estratégica del equipamiento. En lugar de comprar cámaras nuevas, el Club destinó sus 11 cámaras más recientes al programa ampliado de Cincinnati y trasladó las unidades más antiguas a los equipos de la academia. Este enfoque en cascada asegura que todos los niveles se beneficien del videoanálisis, incluso cuando las limitaciones presupuestarias impiden distribuir uniformemente el equipamiento más moderno.

El sistema de seguimiento se vuelve esencial a medida que aumenta la escala. Saunders mantiene un control detallado de qué cámaras están asignadas a cada programa, creando responsabilidad y evitando el problema habitual de que el equipamiento desaparezca dentro de la organización. "Si una cámara se pierde, sabemos exactamente cuál es y en qué ubicación y programa se encuentra", explica.

Control centralizado, impacto distribuido

La decisión de crear una posición dedicada a la gestión tecnológica del vídeo representa un cambio fundamental en la forma en que los Clubes abordan la ampliación de sus operaciones. En vez de sobrecargar a los entrenadores con nuevas responsabilidades sobre el equipamiento, Kings Hammer apostó por un perfil especializado, con Saunders encargándose de las 49 cámaras en sus cuatro ubicaciones.

Ahora hay un proceso más ágil. "Si algo falla, soy la persona responsable de resolverlo", explica Saunders. Este modelo centralizado libera a los directores locales de la carga administrativa y, al mismo tiempo, garantiza la coherencia de los estándares en todas las ubicaciones.

El impacto va más allá de la gestión del equipamiento. Con esta supervisión centralizada, Saunders puede controlar qué partidos se están grabando en todas las ubicaciones. "Tengo el control de toda la red. Sé qué partidos están siendo grabados", detalla. Esta visibilidad genera responsabilidad y transforma la cultura organizativa respecto al uso del vídeo.

Los entrenadores ya no tienen que preocuparse por la logística de las cámaras. En cambio, pueden centrarse en lo que mejor hacen: entrenar y desarrollar el programa. "Deberían centrarse en su labor diaria y en su programa; yo me encargo de la logística de las cámaras y les ayudo a gestionarla, incluso a distancia", señala Saunders.

El modelo centralizado también permite resolver problemas con rapidez, a pesar de la distancia geográfica. Cuando surgen fallos en ubicaciones remotas, contar con una persona experta que domine todo el sistema soluciona los problemas mucho más rápido que depender del soporte local.

Construyendo un ecosistema educativo

El enfoque de Kings Hammer va mucho más allá de simplemente distribuir cámaras. El Club está desarrollando una plataforma educativa integral que convierte la tecnología de vídeo en mucho más que una herramienta de grabación, transformándola en un verdadero sistema de desarrollo.

"Estamos creando una plataforma educativa para que cualquier nuevo entrenador pueda simplemente hacer clic en el vídeo que vamos a producir sobre cómo utilizarla", explica Saunders. La plataforma se sustenta en tres pilares fundamentales: formación técnica para manejar la cámara, mejores prácticas en videoanálisis y orientación estratégica para el estudio de los rivales.

El proceso del plan de desarrollo individual (PDI) es un claro ejemplo de este enfoque sistemático. Los entrenadores de élite deben reunirse individualmente con cada jugador al menos dos veces durante la temporada, utilizando clips de vídeo como prueba para respaldar las conversaciones sobre su desarrollo. "No se trata solo de decir: ‘Oye, esto necesita mejorar’. ‘Esto está bien’. Les dices: "Mira, estos son clips." "Estas son pruebas de las áreas en las que necesitas mejorar", aclara Saunders.

El análisis a nivel de equipo sigue protocolos estructurados, centrados en los cuatro momentos clave del fútbol: ataque, defensa, transición al ataque y transición a la defensa. Los entrenadores de élite deben realizar sesiones mensuales de vídeo con sus equipos, elaborando clips que ilustren conceptos tácticos y actuaciones individuales.

La plataforma educativa va más allá del desarrollo individual de los jugadores. Saunders tiene previsto grabar las sesiones de entrenamiento dirigidas por los directores del Club, creando una biblioteca de ejemplos que reflejen los estándares y expectativas organizativas. También se grabarán ponentes invitados, especialistas en rendimiento deportivo y psicología, formando así un recurso completo para la formación de entrenadores.

Este método sistemático aborda un reto habitual al ampliar programas de vídeo: garantizar un uso constante y significativo, no limitarse a acumular grabaciones. Al establecer protocolos claros y ofrecer formación continua, Kings Hammer convierte sus cámaras de un mero equipamiento premium a herramientas fundamentales para el desarrollo.

Sistemas escalables en todas las ubicaciones

Gestionar 49 cámaras repartidas en cuatro ubicaciones requiere una coordinación rigurosa. El éxito de Kings Hammer radica en contar con sistemas que tienen en cuenta las particularidades de operar en múltiples ubicaciones, manteniendo a la vez una responsabilidad centralizada.

Cada cámara tiene asignada una ubicación y un programa específicos, con protocolos claros para su traslado entre ubicaciones cuando sea necesario. Este sistema previene el caos que puede acompañar a grandes flotas de equipamiento, a la vez que proporciona flexibilidad para circunstancias especiales.

Las cámaras se asignan a las ubicaciones según sus necesidades y estructuras de programación. Cincinnati, que cuenta con el programa más amplio, concentra la mayoría de las cámaras. Las ubicaciones de Florida, Nashville y Columbus disponen de menos cámaras. Esta distribución no es arbitraria, sino fruto de un análisis detallado sobre el número de equipos, niveles competitivos y capacidad operativa de cada ubicación.

La asignación también refleja distintos niveles de servicio según la categoría del programa. Los equipos de élite tienen garantizada la grabación en cada partido, además de acceso a funciones de identificación para crear momentos destacados. Los programas de academia priorizan la grabación de partidos para reclutamiento y solo graban partidos adicionales cuando hay cámaras disponibles. Este enfoque escalonado asegura que los recursos se ajusten tanto a la inversión económica como a las necesidades de desarrollo.

Los protocolos de comunicación mantienen a todas las ubicaciones coordinadas pese a la distancia geográfica. Durante sus "visitas de campo" programadas, Saunders ofrecerá formación práctica para que el personal comprenda tanto el manejo técnico como las expectativas organizativas. Estas visitas refuerzan los lazos personales que facilitan el apoyo remoto continuo.

El éxito de este modelo distribuido depende de una definición clara de responsabilidades. Los directores locales se encargan del entrenamiento diario y de la gestión del programa, mientras que Saunders gestiona todos los asuntos relacionados con la tecnología. Esta división evita solapamientos que podrían generar confusión en una organización con múltiples ubicaciones.

Planificando el crecimiento

Cuando otros clubes le piden consejo sobre una expansión similar, Saunders enfatiza que lo fundamental para poder escalar es una planificación minuciosa y una comunicación detallada con los socios tecnológicos.

"Creo que el mejor consejo es planificar y prepararse con detalle", afirma. Asegurarse de auditar lo que tienes... Luego, quizá hacer una auditoría exhaustiva de tu situación y necesidades, y asegurarte de tener varias conversaciones con tu representante de Veo para ver qué tiene sentido.

El diálogo con los representantes de Veo fue clave para optimizar la configuración de Kings Hammer. Tras largas conversaciones, diseñaron una solución adaptada a su estructura multiubicación que ofrecía las funciones más valiosas para sus programas específicos. "Identificamos qué era lo mejor para nuestro Club, considerando el número de programas y lo que queremos en cada uno", explica Saunders.

De cara al futuro, Saunders destaca la incorporación del Perfil del Jugador como una prioridad para el fútbol de clubes en Estados Unidos. La capacidad de crear páginas completas de jugadores que combinen vídeos con momentos destacados y datos de rendimiento agilizaría los procesos de reclutamiento universitario, que actualmente requieren múltiples plataformas y recogida manual de información.

Esta visión de futuro, que identifica necesidades por venir mientras se construyen sistemas actuales, ejemplifica la mentalidad estratégica necesaria para un crecimiento exitoso. Los Clubes que consideran la tecnología de vídeo como un ecosistema en constante evolución y no como una inversión estática en equipamiento están mejor preparados para crecer y potenciar el desarrollo de los jugadores.

El modelo de Kings Hammer demuestra que el éxito en la expansión requiere más que simplemente añadir cámaras. Hace falta un pensamiento sistemático, recursos dedicados y un compromiso firme con una implementación efectiva. Para los Clubes dispuestos a invertir, la transformación puede ser profunda, convirtiendo la tecnología de vídeo de un lujo en una herramienta clave para el desarrollo, al servicio de todos los jugadores, entrenadores y programas en múltiples ubicaciones.

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